Mariana Yampolsky

Marianne Gertrude Yampolsky Urbach nació el 6 de septiembre de 1925 en Crystal Lake, un poblado cerca de la ciudad de Chicago, Estados Unidos. Llegó a México en 1945, atraída por el trabajo del Taller de Gráfica Popular (TGP).  Estudió pintura y escultura en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Ese mismo año, comenzó su carrera como grabadora y fue la primera mujer en formar parte del Comité Ejecutivo del TGP.

Su trabajo como fotógrafa inició en 1948, teniendo su primera exposición en la Galería José María Velasco en 1960. Con sus cámaras Rolleiflex y Hasselblad, recorrió los rincones de México durante tres décadas; capturando la vida cotidiana, las festividades patronales, religiosas y familiares de los pueblos mexicanos, así como la inocencia y sensibilidad de los niños, las mujeres y los hombres a través de sus retratos.  La obra de Mariana se caracteriza por su gran sensibilidad, en donde las emociones, los dolores y las alegrías de las personas son fundamentales. Capta la esencia de las cosas, haciendo visible lo oculto a simple vista, mediante hallazgos y reminiscencias.

En 2018, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México recibió en donación el Archivo Fotográfico de Mariana Yampolsky por medio de la Fundación Cultural Mariana Yampolsky, A.C., y del que fuera esposo de la fotógrafa Arjen van der Sluis, los más de 70,000 negativos que forman el legado de la artista se encuentra resguardado en nuestra Biblioteca. Con el objetivo de divulgar el legado fotográfico de Yampolsky, así como para dar a conocer la gran riqueza de todas y cada una de las imágenes que Mariana sacó a lo largo de su vida, la universidad apoyada por sus académicos y un grupo de especialistas ha publicado tres volúmenes subtitulados:

 “El legado de Mariana Yampolsky en la Universidad Iberoamericana”:

 Alegría, presenta una selección de fotografías en donde la infancia es el tema principal, y se completa con textos que hablan de la autora y sus fotografías, la cesión de su rica biblioteca que completó la donación antes mencionada, así como la casa estudio donde Arjen y Mariana hicieron parte de su vida, y donde la fotógrafa, se reunía con amigos y colegas y donde gesto las ideas de una gran parte de su rico legado.

El segundo: Facetas, la selección fotográfica y los artículos versan sobre fases poco conocidas o estudiadas de Mariana, como sus primeras fotografías, su trabajo con editora de libros infantiles, el retrato, sus fotografías sobre Tijuana un par de años antes de morir, así como los trabajos realizados para conseguir uno de sus grandes anhelos, hacerse mexicana por elección. Y Sabiduría, el último libro de esta trilogía, el conjunto de ensayos habla sobre la vejez y se ven enmarcados en una selección fotográfica que es un homenaje a cada arruga, cada cana y cada año de vida de hombres y mujeres que con los años han vencido la soledad, el dolor y el cansancio del trabajo diario.